Un desfibrilador es una herramienta super útil e importante para aplicar a un paciente que no respira. Mucho más eficaz que aplicar la reanimación cardiopulmonar (RCP). Si tenemos la suerte de contar con un desfibrilador automático o semiautomático (DEA o DESA)… ¿sabrías usarlo?
Los desfibriladores externos automáticos o semiautomáticos son fáciles de usar, hay que tener en cuenta unas pocas consideraciones y seguir las instrucciones que el propio desfibrilador va indicando. Pero es vital hacer aprender y ejecutar bien estos pocos pasos para no resultar perjudicada tanto la víctima como nosotros.
El siguiente video de la Cruz Roja ilustra y enseña muy bien los pasos a seguir cuando tenemos que reanimar a un paciente que no respira y tenemos a nuestro alcance un desfibrilador externo semi o automático.
Podremos encontrar un desfibrilador en sitios públicos donde suela haber cierta aglomeración de gente, como estadios, pabellones, universidades, institutos… Lo reconoceremos por un cajetín, normalmente instalado en la pared, con la etiqueta DEA.
En caso de estar en un centro público y tener que reanimar a un paciente, mientras practicamos la reanimación deberíamos preguntar si estamos en un centro cardioprotegido (término usado para aquellos espacios que cuentan con desfibrilador), para que nos lo alcancen, a la vez por supuesto que avisamos a los servicios sanitarios de emergencias para que envíen una ambulancia.